VIAJE DEL 15 AL 24 DE OCTUBRE
Día 15,
martes.
Viaje en AVE de Málaga a León. En León alquilamos una furgoneta de 9 plazas.
Desplazamiento en furgoneta hasta Santa Marina de Valdeón.
Alquilamos dos casas Rurales, El Tombo de la Risa
y El Serenal, para albergar a los 14 caminantes intrépidos que formamos la
expedición.
Día 16, miércoles.
Circular Santa Marina-Prada de Valdeón-Santa Marina.
Cuando nos levantamos, llovía y las previsiones
eran que seguiría lloviendo toda la mañana. Decidimos hacer una caminata corta
durante la mañana por los alrededores de Santa Marina, por el bosque de hayas
de la ladera izquierda del valle del río Arenal.
Salimos preparados de chubasqueros y paraguas,
subimos por un camino de herradura primero entre chopos y fresnos, luego se
abandona la orilla del río y se sube por un camino lleno de barro, pasamos unos
prados y llegamos al hayedo.
Paró la lluvia y pudimos ver mejor el paisaje.
Cruzamos el arroyo Llalambres por un puente de madera y llegamos a un cruce,
desde aquí se puede subir hacia la majada de Monto para volver por el mismo
camino hasta este cruce, como el día estaba de lluvia decidimos seguir hacia
Prada por la senda PR-14. Entramos en una pista que nos facilitó el caminar,
nos desviamos hacia un mirador con fantásticas vistas sobre Posada de Valdeón y
el valle del río Cares.
Después de las fotos de rigor bajamos hacia Prada
de Valdeón, cruzamos el pueblo y seguimos por el camino viejo hacia Santa
Marina de Valdeón.
Recorrido:
10 km, desnivel 460 m.
Nos cambiamos de ropa y nos fuimos a comer a
Cordiñanes al restaurante El Tombo, que habíamos reservado. Menú a elegir con 5
primeros, 5 segundos y postres. Pagamos 11 € y quedamos muy satisfechos.
Como en Posada no hay tiendas, nos fuimos por la
tarde a comprar a Riaño, entramos en el supermercado y en la carnicería para
aprovisionarnos de lo que nos faltaba.
CASA RURAL EL SERENAL
CASA RURAL EL TOMBO DE LA RISA
HORREOS DE SANTA MARINA DE VALDEÓN
EL GRUPO EN SANTA MARINA
EL PRIMER DÍA UN POCO DE LLUVIA PARA IRNOS ACOSTUMBRANDO
EL OTOÑO APENAS HA EMPEZADO
DESDE EL MIRADOR DE POSADA DE VALDEÓN
Día 17, jueves.
Del Puerto de Panderrueda al Pico Gildar.
A las 8,30 salimos con los coches para el puerto
de Panderrueda, el puerto que separa los valles del Esla y del Cares.
Día nublado, sin lluvia, con algo de viento.
Entramos desde el puerto hacia el oeste por el hayedo de Panderrueda, siguiendo
la cresta de la Loma de Poza Perro.
Enseguida entramos en un hayedo muy denso, de las
hayas cuelgan los líquenes barba de viejo. Termina el hayedo y empieza el
brezal, seguimos por la loma entre el valle de la Iglesia cuyas aguas van al
Esla, al Duero y al Atlántico y el valle del Cares cuyas aguas van al Deva y al
Cantábrico.
La loma cada vez es más pendiente y empieza a
aparecer una cresta de rocas que dificulta mucho caminar porque están humedas,
la niebla aparece y cubre las cimas de Peña Cebolleda y Gildar que son nuestro
destino original.
Al llegar al collado de Braña Salguera, en la base
de Peña Cebolleda, decidimos abandonar la ascensión al Gildar por el mal
tiempo. Abajo se ve el valle del nacimiento del río Cares con prados, un
refugio ganadero y un par de cercados. Iniciamos la bajada hacia el valle por
una senda de vacas, entre brezos y algún rosal, hasta las hoyas de Frañana
donde nace el Cares.
Seguimos descendiendo por la orilla del arroyo
viendo una salamandra, un sapo partero y muchos champiñones silvestres.
Dejamos los prados y nos adentramos por una pista en
el hayedo de Cerras de Cuénabres. Llegamos a los prados de La Llampaza y
paramos a comer.
Después de comer, continuamos andando para bajar
por los prados de Uruy hacia el puente del camino viejo que cruza el Cares.
Por el camino viejo, que está empedrado, subimos hasta
el Puerto de Panderrueda para coger los coches y regresar a Santa Marina.
Recorrido: 12
km, desnivel 615 m.
A las 7 de la tarde ya está la barbacoa preparada
para asar salchichas, brochetas y chuletones de ternera, también se prepararon
unos champiñones a la plancha. Todo estaba riquísimo; continuamos con quesos de
Valdeón y un magnífico flan. Todo regado con buenos vinos y gin-tonics.
OTRO DÍA CON PREVISIÓN DE LLUVIA
PASEO POR EL BOSQUE
LAS PENDIENTES EMPIEZAN
EL VIENTO FRÍO NOS AZOTA
ABAJO EL VALLE DEL CARES
COMO EL GILDAR ESTABA CUBIERTO POR LAS NUVES Y LAS PIEDRAS ESTABAN MOJADAS, DECIDIMOS BAJAR HACIA EL VALLE
LAGUNA EN EL VALLE DEL NACIMIENTO DEL RÍO CARES
SAPO PARTERO (Aytes obstétricas)
SALAMANDRA
LOS VINOS Y LA COMIDA
MIRANDO EL MAPA PARA DAR NOMBRE A LOS PICOS
LA BARBACOA A PLENO RENDIMIENTO
MIENTRAS SE PREPARA LA BARBACOA, UNOS ESTUDIAN LOS MAPAS Y OTROS PREPARAN LOS APERITIVOS
UNA MUESTRA DEL CHULETON
EL SABROSO FLAN DE LUCI
Día 18,
viernes. Del collado de Valcavao al Refugio de Collado Jermoso.
De Pandetrave sale una pista en buenas
condiciones, al oeste, en dirección al enorme bloque calizo del macizo Picos de
Europa, en la Horcada de Valcavao dejamos los coches e iniciamos la marcha a
pie hacia el Caben de Remoña.
Las nubes quedaron abajo en los valles y en lo
alto el día estaba despejado.
Caminamos primero por pista hasta Remoña y a
partir de aquí por una senda que bordeando los picos de Friero nos acerca a la
canal de Pedavejo por la que tenemos que subir. La senda zigzaguea por una
fuerte pendiente entre dos torreones de roca impresionantes
Desde la parte superior de la canal de Pedavejo,
se abre un enorme espacio rodeado por tremendos torreones verticales: a la
izquierda los picos y la torre de Friero, a la derecha el Llambión y Torre
Blanca, y entre ellas un enorme lapiaz contrastando con la dulce, herbosa,
llana Vega de Liordes, una gran dolina con arroyuelos que no tienen salida. Y
como broche, en esa pradera de la dolina con los arroyuelos, un corral de
ganado y una recoleta cabañita de pastor. Los rebecos pastan tranquilamente en
su pradera.
Cruzamos el lapiaz y nos acercamos a los tajos del
norte, subimos por una grieta ascendente hacia un vasar en el gran tajo que nos
lleva hacia las Colladinas. Desde el vasar se ve abajo un vallecillo interior
que alberga el lago Bajero rodeado de prados.
Pasamos cerca del lago Cimero sin agua y
continuamos entre piedras para afrontar la subida a las primera colladina, se
continua con subidas y bajadas por varias colladinas al pie del Pico Llambrión.
Después de pasar cuatro colladinas aparece el Refugio de Collado Jermoso en una
pradera sobre el acantilado de arroyo Congosto y bajo el imponente espolón de
Torre Llambrión.
Con el objetivo a la vista descendimos por el
empinadísimo y pedregoso talud donde principia el arroyo Congosto, despacio,
para evitar resbalones aquí peligrosísimos, para llegar al ansiado refugio
Jermoso.
Unas cervecitas para empezar y luego la comida
reservada: lentejas con un excelente apaño, salchichas guisadas y mus de
chocolate. Para beber, agua y poco vino porque luego había que volver.
Desde el refugio subimos al cercano collado
Jermoso desde donde la sierra cae a pico al valle del Cares. Posada se ve allá
abajo, y enfrente los cerros también verticales del macizo occidental de los
Picos con la Torre Bermeja de 2.393 m.
Regresamos a buen paso para bajar las lentejas por
las Colladinas, Llagu Altero y repisa, Vega de Liordes y la empinadísima canal
de Pedavejo.
Maravilloso día por el corazón de los Picos.
Recorrido: 17
km, desnivel 1.165 m.
INICIO EN EL COLLADO DE VALCAVAO
SANTA MARINA DE VALDEÓN EN EL VALLE
SUBIENDO LA CANAL DE PEDAVEJO
LLEGANDO AL FINAL DE LA CANAL
LA VEGA DE LIORDES
EL LAPIAZ
LOS REBECOS
INICIANDO LA SUBIDA POR LA ESTRECHA REPISA
LA REPISA SOBRE EL PRECIPICIO
EL LAGO BAJERO
SUBIENDO LA COLLADINA
EL GRUPO CON EL REFUGIO JERMOSO AL FONDO
LLEGANDO AL REFUGIO
ACUARELA DE ANTONIO S.
CERVECITAS EN EL REFUGIO, CON LAS CARAS ALEGRES DESPUES DEL ESFUERZO
DE REGRESO
LOS REBECOS NOS OBSERVAN
BAJANDO LA CANAL DE PEDAVEJO
Día 19,
sábado. Desfiladero de los Beyos y Cangas de Onís. Día de turismo.
Bajo la lluvia partimos y bajo ella continuaríamos
todo el día.
La carretera hacia Cangas pasa por el puerto del
Pontón y Oseja de Sajambre y se adentra en el desfiladero de los Bellos.
Paramos a la entrada del cañón, lloviendo, admiramos los acantilados que lo
forman cayendo sobre el río Sella, sacamos fotos y al coche en busca de otra
zona donde poder parar.
La siguiente parada, en el corazón del
desfiladero, nos obsequió con la vista de enormes tajos cayendo verticales al
valle, con torres de roca aisladas. La vegetación crece en cualquier resquicio
de la roca. El río discurre abajo encajonado, bajamos a un puente para ver de
cerca sus cristalinas aguas.
La siguiente parada fue en la venta de Huera, al
lado de un puente, tomamos algo y continuamos ruta hacia Cangas de Onís.
Aparcamos en el centro, al otro lado del río
Güeña. Bajo la lluvia nos acercamos a ver el puente romano y a pasear por las
calles peatonales del centro. Tomamos un aperitivo don sidra y una tartera de
chorizo a la sidra.
Comimos fabada riquísima y carnes no tan buenas.
Seguía lloviendo y partimos para Santa Marina con una parada en la Salmonera de
Caño para ver la zona del desove de los salmones en el río Sella. Vimos saltar
algunos salmones intentando salvar la presa.
UN DÍA MAS DE LLUVIA
EL RÍO SELLA POR EL DESFILADERO
SALMONERA DE CAÑO. DESOVE DE SALMONES
PUENTE ROMANO DE CANGAS DE ONÍS
EN EL RESTAURANTE
ESCANCIADOR DE SIDRA
EL VINO
Día 20,
domingo. Ruta del Cares.
Amaneció nevando de lo lindo. Estas cosas que se
ven pocas veces siempre gustan.
A pesar de la nieve nos montamos en la furgoneta y
en el coche y partimos hacia Caín.
Las cuatro casas de Caín son casas rurales con
habitaciones, bares, restaurantes y hasta supermercados abiertos… siempre que
haya turistas. Toda la vida de Caín gira alrededor de los turistas.
Aparcamos, nos pertrechamos con impermeables y
paraguas, sacamos unas cuantas fotos al valle con la nieve en las cumbres y
partimos al desfiladero con la lluvia constante sobre nosotros.
En el comienzo del desfiladero está la presa donde
derivan el canal para la central hidroeléctrica Camarmeña-Poncebos. En la casa
del principio del canal sale la senda por una serie de túneles, en un trozo
estrechísimo del desfiladero. Todos queríamos atrapar esas preciosas imágenes
de río, garganta, túneles y agua cayendo sobre los túneles al río. En una
apertura de los túneles caía una cascada en forma de cola de caballo preciosa.
El desfiladero es indescriptible. Con esos
paredones cayendo verticales, con el cauce del río allá abajo a un centenar de
metros bajo nuestros pies, con esa vegetación tupida arraigando en la más
mínima grieta, y hoy con el espectáculo adicional del agua cayendo por todas
las cañadas formando cascadas continuas.
Uno de los trozos más interesantes es cuando la
senda pasa de la ladera izquierda a la derecha y luego vuelve otra vez a la
izquierda. Se atraviesan un par de puentes donde se ve el cauce y el agua
bajando rapidísima allá abajo. A la salida del segundo puente se da vista a un
enorme chorro de agua que se ve salir del medio de la ladera, como si allí
naciera una fuente tremenda, al menos en los días de lluvia.
Uno se asombra de cómo trabajarían los obreros
allá por 1920, colgados en el abismo, para construir esos muros que soportan la
senda.
La vuelta fue más rápida porque regresábamos sobre
lo conocido. Dejó de llover y sin paraguas ni gorros de impermeables las
panorámicas se apreciaban mucho mejor.
En Caín tomamos una cerveza con queso, no tenían
platos calientes que nos hubieran sentado mejor.
Recorrido:
9 km, desnivel 200 m.
En casa preparamos una comida “familiar”, de esas
que “crean hogar”. Jamón, salchichón, ensalada, carpacho de setas, tomate con
anchoas, de aperitivo. Después unas lentejas riquísimas.
NEVANDO EN SANTA MARINA
INICIO DE LA RUTA EN CAÍN
PUENTE SOBRE EL RÍO CARES
LOS PRIMEROS TÚNELES
AGUA CAYENDO POR TODAS PARTES
ABAJO EL RÍO Y ARRIBA EL CANAL
LA PASARELA NUEVA
LAS CERVECITAS EN CAÍN
Día 21,
lunes. Soto de Sajambre, Portilla de Beza, Refugio de Vegabaño.
A la entrada de Soto de Sajambre hay unos
aparcamientos públicos fenomenales. En ellos dejamos los coches, bajamos al
pueblo y lo atravesamos. Pueblo bonito por sus cuidadas casas, por sus flores y
por algunos edificios como la escuela.
Tomamos la Senda del Arcediano (GR-201), un carril
de no mucha anchura, pero con un muy buen piso, entre hermosos robles y prados
dispersos, teniendo frente a nosotros los cerros Jurcueto y Beza, blancos,
relumbrantes, por la nieve.
En Los Collados dimos vista al valle al oeste.
Continuamos al norte por la Senda del Arcediano, ahora ya senda, rodeando el
cerro Jurcueto por el oeste primero y norte después, siguiendo una cañada con
un buen chorro de agua. Entre la nieve y el agua se mojaron pantalones y botas.
Poco antes del puerto de Beza, alrededor de una fuente con abrevadero, había un
barrizal de cuidado en el que metimos las botas casi completas, barrizal
preludio de lo que había de venir.
Seguimos por la Senda del Arcediano hasta la
Portillera de Beza para contemplar la panorámica del comienzo del valle del río
de la Medoria, río que va al Dobra y al Sella. La niebla nos impidió la vista,
de modo que dimos la vuelta hacia el puerto de Beza.
Decidimos continuar por la ladera nevada del sur
del cerro Beza siguiendo alguna de las múltiples sendillas del ganado. Esas
senditas devinieron enseguida en intransitables porque el agua de la nieve se
quedaba en los canalillos de las senditas y las pezuñas de las vacas se
encargaban de remover tierra y agua para convertir esas senditas en
intransitables.
Llegamos a La Olla y seguimos una senda que se
adentraba entre rocas en el precioso bosque del Rocino. Un bosque de añosas
hayas entre pedruscos descomunales. Un bosque de hadas, delicioso… si no
hubiese sido por la nieve y el barrizal continuo. Finalmente, nuestra senda dio
en el carril que iba a Vegabaño. En el puerto de Barcinera dimos vista a las
crestas y picachos de las Torres de la Cabra Blanca y del Torco, y a la Peña
Santa de Castilla, emblema de esta parte de los Picos de Europa, todos blancos,
refulgiendo con el sol, y mostrando esos tremendos acantilados.
El carril transcurre por un hayedo precioso con
ejemplares únicos. Vegabaño es una enorme pradera, casi llana, con unas cuantas
casitas pequeñísimas y el refugio de Vegabaño, pequeño también, humeando en el
borde entre pradera y hayedo. Un refugio pequeñito, pero muy bien preparado,
acogedor, quizá no para dormir, aunque sí para comer.
Una cervecita para comenzar y luego vino de la
casa para acompañar la comida. La señora del refugio nos ofreció sopa y fabada,
todos probamos la sopa y luego repetimos de fabada un par de veces. Ambas cosas
estaban excelentes. Luego nos sacó un par de bandejas con huevos fritos, uno
por cabeza, puré de patatas, y lomo de cerdo adobado pero hecho luego con salsa,
4 trozos para cada uno; de postre yogur y mus de limón. Todo delicioso. Luego cafés,
infusiones y orujo. Pagamos 13€ los federados y 14 los que no lo estaban. Una
bicoca para la cantidad y calidad de lo comido.
Al salir lloviznaba. Nos pusimos los impermeables
y tomamos el camino a Soto de Sajambre, primero por la pista y luego por el
camino viejo, todo el tiempo por hayedo, con una alfombra de hojas en el suelo.
Recorrido:
16 km, desnivel 780 m.
De regreso paramos en Posada a comprar quesos,
sobre todo el queso azul:
La
"Quesería Picos de Europa" de Posada de Valdeón (León), ha recibido el
premio al mejor queso del "XXXIII Concurso Internacional de Quesos
Azules" que se celebró en la localidad de La Cavada, en Cantabria, el
pasado 22 de abril de 2017.
Este queso esta riquísimo y también el de cabra.
SOTO DE SAJAMBRE
LLEGANDO A LA NIEVE
EN LOS COLLAOS
LLEGANDO A LA PORTILLA DE BEZA
POR LA LADERA DE LA PEÑA BEZA
LAS VACAS ESPERANDO PARA ENTRAR EN LA SENDA QUE OCUPABAMOS NOSOTROS
POR EL HAYEDO DE LOS ROCINOS
ENTRE ENORMES ROCAS
REFUGIO DE VEGABAÑO
DE REGRESO A SOTO
SOTO DE SAJAMBRE
MIRADOR SOBRE EL SELLA. VALLEJO DE LA FRAGUA
Día 22,
martes, Soto de Valdeón-Vega de Llos.
A las 8,45, puntuales partimos de Santa Marina en
una mañana serena, casi despejada, pero fría: era el primer día de escarcha
generalizada, los prados estaban blancos.
Salimos caminando de Soto de Valdeón a buscar la
cresta separando los ríos de Blanosa, a la derecha y del Cares, a la izquierda,
por un robledal regenerado, de árboles pequeños, jóvenes, sobre un sustrato de
pizarras. Poco a poco el robledal va tomando cuerpo y encontramos unos
ejemplares impresionantes, mientras caminamos por una senda amplia, recién
limpiada, empinada, pero de muy buen piso.
Ascendimos a buen paso hasta Fuente Oscura, donde
se separa las sendas al oeste y al norte. Aparecieron los tajos de la caliza,
contrafuertes de la Franfrea, el Bolo y la Torre del Collado Verde, cubiertos
de nieve, con alguna nubecilla que más que tapar añadían un contraste bello. Al
este, el macizo de los Picos al otro lado del Cares ofrecía también una
panorámica excepcional.
Seguimos subiendo al noroeste por un empinado
carril. Los robles fueron sustituidos por las hayas y las pizarras por cantos
rodados.
Vega de Llos es una zona relativamente llana, cubierta
de praderas, con una casita refugio de pastores al abrigo de una enorme roca,
arroyillos y una gran fuente con abrevadero. Continuamos caminando hacia el
collado Jover, ya por la nieve, cada vez con mayor espesor, con las sendillas
cubiertas de agua y, a veces, embarrada, pero nada que ver con las sendillas de
las vacas de ayer.
En el collado Jover hicimos un montón de fotos
porque el momento, la luz, las agujas y roquedos lo merecían. Al noroeste del
collado Jover había mucha más nieve, la caminata se dificultaba y la senda se
difuminaba, decidimos regresar; esa cabecera del arroyo Maedas no nos ofrecía
confianza.
En la Fuente Oscura tomamos el carril descendente
al oeste en dirección a Fuente Argoya y luego al sur, entre trozos de bosque y
de prados. Las nubes habían crecido considerablemente. Ya tapaban los picos y
la nieve, y seguían bajando.
Recorrido: 14
km, desnivel 770 m.
Llegamos a Soto y nos fuimos con los coches a
Cordiñanes a comer al Tombo. Unas cervecitas antes de que María nos ofreciera
el menú. De primero pastel de cabracho, arroz con calamares y fabada. De
segundo trucha, carrilleras o guisado de ternera. La fabada ganó por goleada,
pero quisimos probar el pastel de cabracho y María nos puso tres raciones
mientras terminamos la cerveza. Sacó 3 soperas de fabada y 3 fuentes de arroz
con calamares en salsa americana. Aún tuvo que rellenar las soperas de fabada
porque el personal repitió hasta tres veces.
Después un par de fuentes de carrilleras, una
grandísima de guisado de ternera y otra con truchas. Todo riquísimo. Para beber
Tilenius, del Bierzo. Terminamos con fruta, y postres lácteos caseros, cafés,
orujos y wiskis. Menú de 12€. Imposible comer más barato y mejor.
Mientras comíamos había comenzado a llover, así
que no teníamos más alternativa que ir a casa.
SOTO DE VALDEÓN
EN LAS PRADERAS AL LADO DE LA FUENTE OSCURA
EN LA VEGA DE LLOS
LLEGAMOS A LA NIEVE
EN EL COLLADO JOVER
MIRANDO EL GPS PARA BUSCAR LA SENDA
LA NIEVE AUMENTA Y LA SENDA SE PIERDE. REGRESAMOS
BAJANDO POR EL VALLE DEL ARROYO ARGOYA
SOTO DE VALDEÓN
Día 23,
miércoles. Posada de Valdeón-Camino Viejo de Panderrueda-Caldevilla.
Toda la noche de lluvia y por la mañana sin cesar
de llover. Como no todos querían caminar con lluvia, nos dividimos: unos
salieron a visitar algunos pueblecillos, concretamente Oseja y Pío de Sajambre;
otros a caminar un rato desde Posada de Valdeón por el camino viejo a
Panderruedas volviendo por Caldevilla a Posada.
Los caminantes dejamos la furgoneta en la plaza de
Posada, salimos hacia el sur, subimos al centro de información del Parque y
entramos a preguntar. La informadora nos dio mapas, información de sendas, por
donde volver a Caldevilla y todo lo que le preguntamos.
Llovía suavemente y se soportaba bien con
impermeables o paraguas. El camino discurre por bosque de robledal primero y
hayedo después, con magníficas vistas hacia los bosques y prados de la ladera
izquierda del Cares por encima de Soto y Caldevilla.
Una pasarela de madera cruza el arroyo, hoy
bastante crecido, y en las vigas de la pasarela estaban las señales de las
garras de los osos tal como nos había dicho la informadora del parque.
Tomamos el empinado carrilillo de bajada a
Caldevilla, siempre a la vera del Arroyo de Arriba, al principio por la derecha
y luego por la izquierda, brindando excelentes vistas de las aguas despeñándose
por ese túnel de robles, hayas y fresnos. Un camino agradabilísimo.
Caldevilla son unas pocas casas más o menos
dispersas, adobadas por un montón de hórreos muchos de los cuales cobijaban
carros de vacas antiguos. Cruzamos el Cares y por su orilla izquierda, por el
camino ya recorrido ayer al bajar de Vega de Llos, pasamos de Caldevilla a Soto
y luego hasta Posada.
Recorrido: 9
km, desnivel 370 m.
Comida en la casa. De aperitivo preparamos vino, cerveza,
queso, chorizo, tomate con sardinillas y justo cuando comenzábamos a comer
apareció el grupo de los pueblos con pan para los bocadillos de mañana y una empanada
tremenda. Con todo ello, tomamos un aperitivo que fue como un primer plato.
Después las riquísimas lentejas que habían sobrado. Quedamos satisfechos.
Rematamos con unos gin-tonics para quien quiso, que facilitaron un rato de
sobremesa.
CAMINANDO BAJO LA LLUVIA
EN LA PARTE INFERIOR DEL PUENTE ESTAN LOS ARAÑAZOS DEL OSO
EL ARROYO DE ARRIBA
CALDEVILLA
EL RÍO CARES EN CALDEVILLA
RESUMEN:
RECORRIDO TOTAL: 87 KM. CON DESNIVEL ACUMULADO DE 4.360 M.
Día 24, jueves. Regreso a Málaga