jueves, 31 de octubre de 2019

PICOS DE EUROPA 2019. POSADA DE VALDEÓN.



VIAJE DEL 15 AL 24 DE OCTUBRE


Día 15, martes. Viaje en AVE de Málaga a León. En León alquilamos una furgoneta de 9 plazas. Desplazamiento en furgoneta hasta Santa Marina de Valdeón.
Alquilamos dos casas Rurales, El Tombo de la Risa y El Serenal, para albergar a los 14 caminantes intrépidos que formamos la expedición.


Día 16, miércoles. Circular Santa Marina-Prada de Valdeón-Santa Marina.
Cuando nos levantamos, llovía y las previsiones eran que seguiría lloviendo toda la mañana. Decidimos hacer una caminata corta durante la mañana por los alrededores de Santa Marina, por el bosque de hayas de la ladera izquierda del valle del río Arenal.
Salimos preparados de chubasqueros y paraguas, subimos por un camino de herradura primero entre chopos y fresnos, luego se abandona la orilla del río y se sube por un camino lleno de barro, pasamos unos prados y llegamos al hayedo.
Paró la lluvia y pudimos ver mejor el paisaje. Cruzamos el arroyo Llalambres por un puente de madera y llegamos a un cruce, desde aquí se puede subir hacia la majada de Monto para volver por el mismo camino hasta este cruce, como el día estaba de lluvia decidimos seguir hacia Prada por la senda PR-14. Entramos en una pista que nos facilitó el caminar, nos desviamos hacia un mirador con fantásticas vistas sobre Posada de Valdeón y el valle del río Cares.
Después de las fotos de rigor bajamos hacia Prada de Valdeón, cruzamos el pueblo y seguimos por el camino viejo hacia Santa Marina de Valdeón.
Recorrido: 10 km, desnivel 460 m.
Nos cambiamos de ropa y nos fuimos a comer a Cordiñanes al restaurante El Tombo, que habíamos reservado. Menú a elegir con 5 primeros, 5 segundos y postres. Pagamos 11 € y quedamos muy satisfechos.
Como en Posada no hay tiendas, nos fuimos por la tarde a comprar a Riaño, entramos en el supermercado y en la carnicería para aprovisionarnos de lo que nos faltaba.

  CASA RURAL EL SERENAL 
  CASA RURAL EL TOMBO DE LA RISA
HORREOS DE SANTA MARINA DE VALDEÓN

EL GRUPO EN SANTA MARINA
EL PRIMER DÍA UN POCO DE LLUVIA PARA IRNOS ACOSTUMBRANDO
EL OTOÑO APENAS HA EMPEZADO




DESDE EL MIRADOR DE POSADA DE VALDEÓN



Día 17, jueves. Del Puerto de Panderrueda al Pico Gildar.
A las 8,30 salimos con los coches para el puerto de Panderrueda, el puerto que separa los valles del Esla y del Cares.
Día nublado, sin lluvia, con algo de viento. Entramos desde el puerto hacia el oeste por el hayedo de Panderrueda, siguiendo la cresta de la Loma de Poza Perro.
Enseguida entramos en un hayedo muy denso, de las hayas cuelgan los líquenes barba de viejo. Termina el hayedo y empieza el brezal, seguimos por la loma entre el valle de la Iglesia cuyas aguas van al Esla, al Duero y al Atlántico y el valle del Cares cuyas aguas van al Deva y al Cantábrico.
La loma cada vez es más pendiente y empieza a aparecer una cresta de rocas que dificulta mucho caminar porque están humedas, la niebla aparece y cubre las cimas de Peña Cebolleda y Gildar que son nuestro destino original.
Al llegar al collado de Braña Salguera, en la base de Peña Cebolleda, decidimos abandonar la ascensión al Gildar por el mal tiempo. Abajo se ve el valle del nacimiento del río Cares con prados, un refugio ganadero y un par de cercados. Iniciamos la bajada hacia el valle por una senda de vacas, entre brezos y algún rosal, hasta las hoyas de Frañana donde nace el Cares.
Seguimos descendiendo por la orilla del arroyo viendo una salamandra, un sapo partero y muchos champiñones silvestres.
Dejamos los prados y nos adentramos por una pista en el hayedo de Cerras de Cuénabres. Llegamos a los prados de La Llampaza y paramos a comer.
Después de comer, continuamos andando para bajar por los prados de Uruy hacia el puente del camino viejo que cruza el Cares.
Por el camino viejo, que está empedrado, subimos hasta el Puerto de Panderrueda para coger los coches y regresar a Santa Marina.
Recorrido: 12 km, desnivel 615 m.
A las 7 de la tarde ya está la barbacoa preparada para asar salchichas, brochetas y chuletones de ternera, también se prepararon unos champiñones a la plancha. Todo estaba riquísimo; continuamos con quesos de Valdeón y un magnífico flan. Todo regado con buenos vinos y gin-tonics.

OTRO DÍA CON PREVISIÓN DE LLUVIA
PASEO POR EL BOSQUE





LAS PENDIENTES EMPIEZAN

EL VIENTO FRÍO NOS AZOTA

ABAJO EL VALLE DEL CARES

COMO EL GILDAR ESTABA CUBIERTO POR LAS NUVES Y LAS PIEDRAS ESTABAN MOJADAS, DECIDIMOS BAJAR HACIA EL VALLE



LAGUNA EN EL VALLE DEL NACIMIENTO DEL RÍO CARES


SAPO PARTERO (Aytes obstétricas)
SALAMANDRA
LOS VINOS Y LA COMIDA


MIRANDO EL MAPA PARA DAR NOMBRE A LOS PICOS
LA BARBACOA A PLENO RENDIMIENTO
MIENTRAS SE PREPARA LA BARBACOA, UNOS ESTUDIAN LOS MAPAS Y OTROS PREPARAN LOS APERITIVOS
UNA MUESTRA DEL CHULETON
EL SABROSO FLAN DE LUCI

Día 18, viernes. Del collado de Valcavao al Refugio de Collado Jermoso. 
De Pandetrave sale una pista en buenas condiciones, al oeste, en dirección al enorme bloque calizo del macizo Picos de Europa, en la Horcada de Valcavao dejamos los coches e iniciamos la marcha a pie hacia el Caben de Remoña.
Las nubes quedaron abajo en los valles y en lo alto el día estaba despejado.
Caminamos primero por pista hasta Remoña y a partir de aquí por una senda que bordeando los picos de Friero nos acerca a la canal de Pedavejo por la que tenemos que subir. La senda zigzaguea por una fuerte pendiente entre dos torreones de roca impresionantes
Desde la parte superior de la canal de Pedavejo, se abre un enorme espacio rodeado por tremendos torreones verticales: a la izquierda los picos y la torre de Friero, a la derecha el Llambión y Torre Blanca, y entre ellas un enorme lapiaz contrastando con la dulce, herbosa, llana Vega de Liordes, una gran dolina con arroyuelos que no tienen salida. Y como broche, en esa pradera de la dolina con los arroyuelos, un corral de ganado y una recoleta cabañita de pastor. Los rebecos pastan tranquilamente en su pradera.
Cruzamos el lapiaz y nos acercamos a los tajos del norte, subimos por una grieta ascendente hacia un vasar en el gran tajo que nos lleva hacia las Colladinas. Desde el vasar se ve abajo un vallecillo interior que alberga el lago Bajero rodeado de prados.
Pasamos cerca del lago Cimero sin agua y continuamos entre piedras para afrontar la subida a las primera colladina, se continua con subidas y bajadas por varias colladinas al pie del Pico Llambrión. Después de pasar cuatro colladinas aparece el Refugio de Collado Jermoso en una pradera sobre el acantilado de arroyo Congosto y bajo el imponente espolón de Torre Llambrión.
Con el objetivo a la vista descendimos por el empinadísimo y pedregoso talud donde principia el arroyo Congosto, despacio, para evitar resbalones aquí peligrosísimos, para llegar al ansiado refugio Jermoso.
Unas cervecitas para empezar y luego la comida reservada: lentejas con un excelente apaño, salchichas guisadas y mus de chocolate. Para beber, agua y poco vino porque luego había que volver.
Desde el refugio subimos al cercano collado Jermoso desde donde la sierra cae a pico al valle del Cares. Posada se ve allá abajo, y enfrente los cerros también verticales del macizo occidental de los Picos con la Torre Bermeja de 2.393 m.
Regresamos a buen paso para bajar las lentejas por las Colladinas, Llagu Altero y repisa, Vega de Liordes y la empinadísima canal de Pedavejo.
Maravilloso día por el corazón de los Picos.
Recorrido: 17 km, desnivel 1.165 m.

INICIO EN EL COLLADO DE VALCAVAO
SANTA MARINA DE VALDEÓN EN EL VALLE
SUBIENDO LA CANAL DE PEDAVEJO



LLEGANDO AL FINAL DE LA CANAL

LA VEGA DE LIORDES

EL LAPIAZ
LOS REBECOS


INICIANDO LA SUBIDA POR LA ESTRECHA REPISA


LA REPISA SOBRE EL PRECIPICIO  
EL LAGO BAJERO
SUBIENDO LA COLLADINA
EL GRUPO CON EL REFUGIO JERMOSO AL FONDO
LLEGANDO AL REFUGIO

ACUARELA DE ANTONIO S.

CERVECITAS EN EL REFUGIO, CON LAS CARAS ALEGRES DESPUES DEL ESFUERZO
DE REGRESO



LOS REBECOS NOS OBSERVAN
BAJANDO LA CANAL DE PEDAVEJO

Día 19, sábado. Desfiladero de los Beyos y Cangas de Onís. Día de turismo.
Bajo la lluvia partimos y bajo ella continuaríamos todo el día.
La carretera hacia Cangas pasa por el puerto del Pontón y Oseja de Sajambre y se adentra en el desfiladero de los Bellos. Paramos a la entrada del cañón, lloviendo, admiramos los acantilados que lo forman cayendo sobre el río Sella, sacamos fotos y al coche en busca de otra zona donde poder parar.
La siguiente parada, en el corazón del desfiladero, nos obsequió con la vista de enormes tajos cayendo verticales al valle, con torres de roca aisladas. La vegetación crece en cualquier resquicio de la roca. El río discurre abajo encajonado, bajamos a un puente para ver de cerca sus cristalinas aguas.
La siguiente parada fue en la venta de Huera, al lado de un puente, tomamos algo y continuamos ruta hacia Cangas de Onís.
Aparcamos en el centro, al otro lado del río Güeña. Bajo la lluvia nos acercamos a ver el puente romano y a pasear por las calles peatonales del centro. Tomamos un aperitivo don sidra y una tartera de chorizo a la sidra.

Comimos fabada riquísima y carnes no tan buenas. Seguía lloviendo y partimos para Santa Marina con una parada en la Salmonera de Caño para ver la zona del desove de los salmones en el río Sella. Vimos saltar algunos salmones intentando salvar la presa.

UN DÍA MAS DE LLUVIA


EL RÍO SELLA POR EL DESFILADERO
SALMONERA DE CAÑO. DESOVE DE SALMONES



PUENTE ROMANO DE CANGAS DE ONÍS
EN EL RESTAURANTE

ESCANCIADOR DE SIDRA
EL VINO

Día 20, domingo. Ruta del Cares.
Amaneció nevando de lo lindo. Estas cosas que se ven pocas veces siempre gustan.
A pesar de la nieve nos montamos en la furgoneta y en el coche y partimos hacia Caín.
Las cuatro casas de Caín son casas rurales con habitaciones, bares, restaurantes y hasta supermercados abiertos… siempre que haya turistas. Toda la vida de Caín gira alrededor de los turistas.
Aparcamos, nos pertrechamos con impermeables y paraguas, sacamos unas cuantas fotos al valle con la nieve en las cumbres y partimos al desfiladero con la lluvia constante sobre nosotros.
En el comienzo del desfiladero está la presa donde derivan el canal para la central hidroeléctrica Camarmeña-Poncebos. En la casa del principio del canal sale la senda por una serie de túneles, en un trozo estrechísimo del desfiladero. Todos queríamos atrapar esas preciosas imágenes de río, garganta, túneles y agua cayendo sobre los túneles al río. En una apertura de los túneles caía una cascada en forma de cola de caballo preciosa.
El desfiladero es indescriptible. Con esos paredones cayendo verticales, con el cauce del río allá abajo a un centenar de metros bajo nuestros pies, con esa vegetación tupida arraigando en la más mínima grieta, y hoy con el espectáculo adicional del agua cayendo por todas las cañadas formando cascadas continuas.
Uno de los trozos más interesantes es cuando la senda pasa de la ladera izquierda a la derecha y luego vuelve otra vez a la izquierda. Se atraviesan un par de puentes donde se ve el cauce y el agua bajando rapidísima allá abajo. A la salida del segundo puente se da vista a un enorme chorro de agua que se ve salir del medio de la ladera, como si allí naciera una fuente tremenda, al menos en los días de lluvia.
Uno se asombra de cómo trabajarían los obreros allá por 1920, colgados en el abismo, para construir esos muros que soportan la senda.
La vuelta fue más rápida porque regresábamos sobre lo conocido. Dejó de llover y sin paraguas ni gorros de impermeables las panorámicas se apreciaban mucho mejor.
En Caín tomamos una cerveza con queso, no tenían platos calientes que nos hubieran sentado mejor.
Recorrido: 9 km, desnivel 200 m.

En casa preparamos una comida “familiar”, de esas que “crean hogar”. Jamón, salchichón, ensalada, carpacho de setas, tomate con anchoas, de aperitivo. Después unas lentejas riquísimas.
NEVANDO EN SANTA MARINA

INICIO DE LA RUTA EN CAÍN
PUENTE SOBRE EL RÍO CARES

LOS PRIMEROS TÚNELES

AGUA CAYENDO POR TODAS PARTES





ABAJO EL RÍO Y ARRIBA EL CANAL






LA PASARELA NUEVA


LAS CERVECITAS EN CAÍN


Día 21, lunes. Soto de Sajambre, Portilla de Beza, Refugio de Vegabaño.
A la entrada de Soto de Sajambre hay unos aparcamientos públicos fenomenales. En ellos dejamos los coches, bajamos al pueblo y lo atravesamos. Pueblo bonito por sus cuidadas casas, por sus flores y por algunos edificios como la escuela.
Tomamos la Senda del Arcediano (GR-201), un carril de no mucha anchura, pero con un muy buen piso, entre hermosos robles y prados dispersos, teniendo frente a nosotros los cerros Jurcueto y Beza, blancos, relumbrantes, por la nieve.
En Los Collados dimos vista al valle al oeste. Continuamos al norte por la Senda del Arcediano, ahora ya senda, rodeando el cerro Jurcueto por el oeste primero y norte después, siguiendo una cañada con un buen chorro de agua. Entre la nieve y el agua se mojaron pantalones y botas. Poco antes del puerto de Beza, alrededor de una fuente con abrevadero, había un barrizal de cuidado en el que metimos las botas casi completas, barrizal preludio de lo que había de venir.
Seguimos por la Senda del Arcediano hasta la Portillera de Beza para contemplar la panorámica del comienzo del valle del río de la Medoria, río que va al Dobra y al Sella. La niebla nos impidió la vista, de modo que dimos la vuelta hacia el puerto de Beza.
Decidimos continuar por la ladera nevada del sur del cerro Beza siguiendo alguna de las múltiples sendillas del ganado. Esas senditas devinieron enseguida en intransitables porque el agua de la nieve se quedaba en los canalillos de las senditas y las pezuñas de las vacas se encargaban de remover tierra y agua para convertir esas senditas en intransitables.
Llegamos a La Olla y seguimos una senda que se adentraba entre rocas en el precioso bosque del Rocino. Un bosque de añosas hayas entre pedruscos descomunales. Un bosque de hadas, delicioso… si no hubiese sido por la nieve y el barrizal continuo. Finalmente, nuestra senda dio en el carril que iba a Vegabaño. En el puerto de Barcinera dimos vista a las crestas y picachos de las Torres de la Cabra Blanca y del Torco, y a la Peña Santa de Castilla, emblema de esta parte de los Picos de Europa, todos blancos, refulgiendo con el sol, y mostrando esos tremendos acantilados.
El carril transcurre por un hayedo precioso con ejemplares únicos. Vegabaño es una enorme pradera, casi llana, con unas cuantas casitas pequeñísimas y el refugio de Vegabaño, pequeño también, humeando en el borde entre pradera y hayedo. Un refugio pequeñito, pero muy bien preparado, acogedor, quizá no para dormir, aunque sí para comer.
Una cervecita para comenzar y luego vino de la casa para acompañar la comida. La señora del refugio nos ofreció sopa y fabada, todos probamos la sopa y luego repetimos de fabada un par de veces. Ambas cosas estaban excelentes. Luego nos sacó un par de bandejas con huevos fritos, uno por cabeza, puré de patatas, y lomo de cerdo adobado pero hecho luego con salsa, 4 trozos para cada uno; de postre yogur y mus de limón. Todo delicioso. Luego cafés, infusiones y orujo. Pagamos 13€ los federados y 14 los que no lo estaban. Una bicoca para la cantidad y calidad de lo comido.
Al salir lloviznaba. Nos pusimos los impermeables y tomamos el camino a Soto de Sajambre, primero por la pista y luego por el camino viejo, todo el tiempo por hayedo, con una alfombra de hojas en el suelo.
Recorrido: 16 km, desnivel 780 m.
De regreso paramos en Posada a comprar quesos, sobre todo el queso azul:
La "Quesería Picos de Europa" de Posada de Valdeón (León), ha recibido el premio al mejor queso del "XXXIII Concurso Internacional de Quesos Azules" que se celebró en la localidad de La Cavada, en Cantabria, el pasado 22 de abril de 2017.

Este queso esta riquísimo y también el de cabra.


SOTO DE SAJAMBRE






LLEGANDO A LA NIEVE
EN LOS COLLAOS




LLEGANDO A LA PORTILLA DE BEZA



POR LA LADERA DE LA PEÑA BEZA


LAS VACAS ESPERANDO PARA ENTRAR EN LA SENDA QUE OCUPABAMOS NOSOTROS
POR EL HAYEDO DE LOS ROCINOS

ENTRE ENORMES ROCAS

REFUGIO DE VEGABAÑO

DE REGRESO A SOTO
SOTO DE SAJAMBRE

MIRADOR SOBRE EL SELLA. VALLEJO DE LA FRAGUA


Día 22, martes, Soto de Valdeón-Vega de Llos.
A las 8,45, puntuales partimos de Santa Marina en una mañana serena, casi despejada, pero fría: era el primer día de escarcha generalizada, los prados estaban blancos.
Salimos caminando de Soto de Valdeón a buscar la cresta separando los ríos de Blanosa, a la derecha y del Cares, a la izquierda, por un robledal regenerado, de árboles pequeños, jóvenes, sobre un sustrato de pizarras. Poco a poco el robledal va tomando cuerpo y encontramos unos ejemplares impresionantes, mientras caminamos por una senda amplia, recién limpiada, empinada, pero de muy buen piso.
Ascendimos a buen paso hasta Fuente Oscura, donde se separa las sendas al oeste y al norte. Aparecieron los tajos de la caliza, contrafuertes de la Franfrea, el Bolo y la Torre del Collado Verde, cubiertos de nieve, con alguna nubecilla que más que tapar añadían un contraste bello. Al este, el macizo de los Picos al otro lado del Cares ofrecía también una panorámica excepcional.
Seguimos subiendo al noroeste por un empinado carril. Los robles fueron sustituidos por las hayas y las pizarras por cantos rodados.
Vega de Llos es una zona relativamente llana, cubierta de praderas, con una casita refugio de pastores al abrigo de una enorme roca, arroyillos y una gran fuente con abrevadero. Continuamos caminando hacia el collado Jover, ya por la nieve, cada vez con mayor espesor, con las sendillas cubiertas de agua y, a veces, embarrada, pero nada que ver con las sendillas de las vacas de ayer.
En el collado Jover hicimos un montón de fotos porque el momento, la luz, las agujas y roquedos lo merecían. Al noroeste del collado Jover había mucha más nieve, la caminata se dificultaba y la senda se difuminaba, decidimos regresar; esa cabecera del arroyo Maedas no nos ofrecía confianza.
En la Fuente Oscura tomamos el carril descendente al oeste en dirección a Fuente Argoya y luego al sur, entre trozos de bosque y de prados. Las nubes habían crecido considerablemente. Ya tapaban los picos y la nieve, y seguían bajando.
Recorrido: 14 km, desnivel 770 m.
Llegamos a Soto y nos fuimos con los coches a Cordiñanes a comer al Tombo. Unas cervecitas antes de que María nos ofreciera el menú. De primero pastel de cabracho, arroz con calamares y fabada. De segundo trucha, carrilleras o guisado de ternera. La fabada ganó por goleada, pero quisimos probar el pastel de cabracho y María nos puso tres raciones mientras terminamos la cerveza. Sacó 3 soperas de fabada y 3 fuentes de arroz con calamares en salsa americana. Aún tuvo que rellenar las soperas de fabada porque el personal repitió hasta tres veces.
Después un par de fuentes de carrilleras, una grandísima de guisado de ternera y otra con truchas. Todo riquísimo. Para beber Tilenius, del Bierzo. Terminamos con fruta, y postres lácteos caseros, cafés, orujos y wiskis. Menú de 12€. Imposible comer más barato y mejor.

Mientras comíamos había comenzado a llover, así que no teníamos más alternativa que ir a casa.

SOTO DE VALDEÓN





EN LAS PRADERAS AL LADO DE LA FUENTE OSCURA







EN LA VEGA DE LLOS

LLEGAMOS A LA NIEVE

EN EL COLLADO JOVER
MIRANDO EL GPS PARA BUSCAR LA SENDA
LA NIEVE AUMENTA Y LA SENDA SE PIERDE. REGRESAMOS





BAJANDO POR EL VALLE DEL ARROYO ARGOYA

SOTO DE VALDEÓN



Día 23, miércoles. Posada de Valdeón-Camino Viejo de Panderrueda-Caldevilla.
Toda la noche de lluvia y por la mañana sin cesar de llover. Como no todos querían caminar con lluvia, nos dividimos: unos salieron a visitar algunos pueblecillos, concretamente Oseja y Pío de Sajambre; otros a caminar un rato desde Posada de Valdeón por el camino viejo a Panderruedas volviendo por Caldevilla a Posada.
Los caminantes dejamos la furgoneta en la plaza de Posada, salimos hacia el sur, subimos al centro de información del Parque y entramos a preguntar. La informadora nos dio mapas, información de sendas, por donde volver a Caldevilla y todo lo que le preguntamos.
Llovía suavemente y se soportaba bien con impermeables o paraguas. El camino discurre por bosque de robledal primero y hayedo después, con magníficas vistas hacia los bosques y prados de la ladera izquierda del Cares por encima de Soto y Caldevilla.
Una pasarela de madera cruza el arroyo, hoy bastante crecido, y en las vigas de la pasarela estaban las señales de las garras de los osos tal como nos había dicho la informadora del parque.
Tomamos el empinado carrilillo de bajada a Caldevilla, siempre a la vera del Arroyo de Arriba, al principio por la derecha y luego por la izquierda, brindando excelentes vistas de las aguas despeñándose por ese túnel de robles, hayas y fresnos. Un camino agradabilísimo.
Caldevilla son unas pocas casas más o menos dispersas, adobadas por un montón de hórreos muchos de los cuales cobijaban carros de vacas antiguos. Cruzamos el Cares y por su orilla izquierda, por el camino ya recorrido ayer al bajar de Vega de Llos, pasamos de Caldevilla a Soto y luego hasta Posada.
Recorrido: 9 km, desnivel 370 m.
Comida en la casa. De aperitivo preparamos vino, cerveza, queso, chorizo, tomate con sardinillas y justo cuando comenzábamos a comer apareció el grupo de los pueblos con pan para los bocadillos de mañana y una empanada tremenda. Con todo ello, tomamos un aperitivo que fue como un primer plato. Después las riquísimas lentejas que habían sobrado. Quedamos satisfechos. Rematamos con unos gin-tonics para quien quiso, que facilitaron un rato de sobremesa.



CAMINANDO BAJO LA LLUVIA



EN LA PARTE INFERIOR DEL PUENTE ESTAN LOS ARAÑAZOS DEL OSO
EL ARROYO DE ARRIBA

CALDEVILLA
EL RÍO CARES EN CALDEVILLA



RESUMEN: RECORRIDO TOTAL: 87 KM. CON DESNIVEL ACUMULADO DE 4.360 M.

Día 24, jueves. Regreso a Málaga