viernes, 31 de julio de 1981

IRAK 1981


VIAJE A IRAK EN JUNIO DE 1981

En junio de 1981 realicé mi primer viaje fuera de España. El motivo del viaje era ir a la ciudad de Ramadi en Irak para montar, en una fábrica de vidrio, una línea de decorado y paletizado de botellas de Pepsi-Cola.
Este no era un viaje normal, voy a exponer cual era la situación en Irak en las fechas en que íbamos a realizar el trabajo.
Irak estaba en guerra con Irán desde el 22 de septiembre de 1980 en que Irak invadió la provincia Iraní de Juzestán con la intención de anexionársela.
El 7 de junio de 1981 Israel bombardeó el reactor nuclear de Osirak cerca de Bagdad, nosotros volamos hacia Bagdad el día 10 de junio, justo después del bombardeo.
Europa apoyaba a Irak, en su guerra con Irán, para venderle material industrial y bélico, asegurarse el suministro de petróleo y además debilitar el nuevo régimen de Jomeini.
Nuestra empresa había realizado un contrato con la Vidriera Iraquí para montar, en su fábrica de Ramadi, una línea de decorado y paletizado de botellas de Pepsi-Cola. Nosotros éramos los responsables de la ingeniería, compramos a una empresa holandesa la máquina de decorar la botella con la marca de Pepsi-Cola y a una empresa belga el archa de vitrificado de la pintura. Nuestra empresa fabrico en sus talleres de Gijón los transportadores y el paletizador de botellas, la encapsuladora de pallets y el horno de retracción de los mismos.
Para realizar este trabajo nos desplazamos a Ramadi dos oficiales del taller de Gijón y dos técnicos de la Dirección Técnica de Madrid. También se incorporaron al equipo de montaje un técnico holandés, especialista en la máquina de decorar y un técnico belga, experto en el archa de vitrificar el decorado. 
El plan era realizar el montaje y la puesta en marcha en 40 días. Este plan no se pudo realizar porque el técnico belga no pudo poner a punto el archa, por falta de equipos de repuesto y se tuvo que marchar para Bélgica.
Nosotros probamos todos nuestros equipos y convinimos con la vidriera en regresar a España y volver cuando el belga resolviera sus problemas.
En el mes de febrero de 1982 volvimos otra vez a Irak, durante 15 días, para poner en marcha la instalación y enseñar a sus operarios el manejo y el mantenimiento de las máquinas.
En este segundo viaje tuvimos una anécdota, que prefería no haber vivido, porque lo pasamos muy mal.
Como en el primer viaje nos habíamos quejado del hotel tan malo en el que nos habían hospedado, (lo describo en el romance) en esta segunda ocasión nos llevaron a uno mejor, con bungalós, situado al lado del río Éufrates y del puente por el que pasaba la carretera de Bagdad a Ammán. Esta carretera tenía un fuerte tráfico de camiones porque por ella entraban todos los suministros a Irak, tanto los industriales como los bélicos, los de alimentación, etc. Por esta razón era un punto estratégico en la guerra.
En la azotea del edificio principal del hotel había instaladas dos ametralladoras antiaéreas y en el patio había un campamento militar, encargado de la defensa del puente.
Todo fue bien, hasta que una noche nos despierta un tremendo ruido, ocasionado por los disparos de las ametralladoras antiaéreas de la azotea y por continuos disparos de fusiles y ametralladoras de mano. Nos asomamos a la ventana y vimos a los soldados corriendo entre los bungalós de hotel disparando sus fusiles.
El susto fue tremendo, lógicamente interpretamos que había un ataque de Irán para volar un puente tan estratégico y dificultar el suministro de mercancías a Bagdad.
Nos pusimos a analizar cuáles eran nuestras opciones, no teníamos ninguna información, porque estábamos aislados en un bungaló sin teléfono y no podíamos salir a la calle para ir a la recepción del hotel y enterarnos de que pasaba. Decidimos esperar a ver como se desarrollaban los acontecimientos. Al cabo de una larga hora, empezó a bajar la intensidad de los disparos y las carreras de los soldados, de vez en cuando, se paraban los disparos y al poco rato empezaban por otra zona, pero los antiaéreos se habían parado, esto nos tranquilizó un poco, no habíamos oído ruido de aviones, lo cual suponía que no iban a bombardear el puente, parecía un ataque por tierra.
Al final desapareció el movimiento de soldados y los disparos, esperamos un buen rato, para asegurarnos de que todo se había tranquilizado y al amanecer nos acercamos a la recepción para enterarnos de lo ocurrido.
El recepcionista nos tranquilizó y nos dijo que había sido un simulacro de defensa del puente, que había realizado el ejército. Ellos tampoco habían tenido noticia de ese simulacro y por eso no nos había avisado.
Después de esta dura experiencia convinimos en que teníamos que acelerar al máximo la puesta en marcha de la instalación y salir de Irak cuanto antes.
Este segundo viaje, salvo la anécdota anterior, fue mucho más llevadero y cómodo que el primero. Las vivencias del primer viaje las reflejé en un romance que escribí durante la semana que en invierno estuve esquiando en Andorra, no quería olvidarme de las peripecias pasadas. 
Este romance no tiene valor literario, yo no soy escritor, soy técnico, es el primer y único romance que he escrito, pero refleja las peripecias pasadas durante los cuarenta días que duro nuestra estancia en Irak.
Las vicisitudes de este primer viaje fuera de España, no me amilanaron para continuar viajando por el mundo y aprovechar, con la experiencia adquirida y las enseñanzas que proporcionan las diferentes culturas, ampliar mis conocimientos y tener una mejor visión del mundo que nos rodea. 
   


              EL ROMANCE DE BAGDAD
                                   I
              PREPARACIÓN DEL VIAJE
Un buen día me dijeron el trabajo va a ser duro
que a IRAK viajaríay escasea la bebida;
a montar una gran línea para compensar los males
en una “Glass” Factoría.y alegrar nuestra partida
El equipo está formadopedimos que nos abonen
por seis hombres de valía una buena dieta al día". 
cuatro españoles, un belga Y la empresa contesto
y un holandés de la ría.con sutileza e ironía:
“En esa nación hay guerra" "Nadie pone condiciones
dijimos con cortesía a esta Noble Compañía,
“es peligroso el viaje, solamente recibiréis 
hay que estar cuarenta días”.una pequeña cuantía 
“No preocuparos por eso, como gastos de bolsillo 
tendréis seguro de vida”para alegrar vuestra vida”.
 nos dijo el representanteLa opción que nos quedaba
de nuestra Gran Compañía.era clara como el día
Comentamos que el viajeteníamos que viajar 
 no iba a ser como turistasy así nada ocurriría.
y a la empresa le dijimos, Por fin se inicio el viaje 
que escuchara nuestras cuitas.y “lloramos de alegría”
"Allí hace mucho caloral sabernos respaldados 
y no es buena la comidapor una Empresa tan Digna.
                                 II
VIAJE Y PRIMERAS IMPRESIONES
Tuvimos un buen viaje El director y el conserje 
y después de tres escalas esperándonos estaban, 
aterrizamos sin luces mientras cenamos un poco 
en las pistas de Bagdad.sus costumbres comentaban.
Tardamos casi una hora Fuimos a la habitación 
en el control de aduana, a las tres de la mañana, 
para encontrar las maletas el cansancio era tan grande 
las pasamos muy moradas.que no vimos ni la cama.
Cuando a la puerta llegamos, A la mañana siguiente 
un moro nos esperaba al despertar con el alba, 
con un cartel que decía me quede petrificado 
que a Ramadi nos llevaba.al mirar por la ventana.
En el coche nos metimosHabía un descampado 
seis personas enjauladas,todo lleno de chatarra 
además de ocho maletaslas mujeres de rodillas 
a empujones colocadas;trozos de hierro apañaban;
y con estas condicionesellas vestían de negro 
el viaje comenzaba,con unas túnicas largas, 
el conductor se dormíalos pies no se les veían 
y el coche se derrengaba.y se tapaban la cara.
El turismo al ser tan viejoLos niños casi descalzos
por todas partes fallaba entre los hierros jugaban 
y para ver los niveles y se bañaban vestidos 
con cerillas se alumbraba.en una sucia cloaca.
Tras dos horas de viaje Los hombres cortaban hierros 
en Ramadi nos dejaba y en tractores los cargaban,
y todos nos apeamos los talleres de camiones 
con las costillas dobladas.eran casetas de chapa.
Lo primero que allí vimos Pasaba una carretera
Fue un hotel que asustaba, entre el hotel y la plaza
los cristales de las puertas y el tráfico de camiones
todos rotos se encontraban.era intenso y asustaba,
Pasamos todos callados circulaban como locos
inspeccionando la entrada, y en cualquier sitio giraban
tratando de adivinar hacían tocar el claxon,
como era la morada.pero nada respetaban. 
La mala impresión primera Esta primera impresión
quedaría muy menguada, me quedó muy bien grabada 
lo que íbamos a pasar creo que por mucho tiempo 
nadie se lo imaginaba.no conseguiré olvidarla.
                                  III
                          EL HOTEL
Si lo que vi en la ventana y de un wáter que en la vida 
me dejo petrificado, había sido fregado; 
lo que vi en el interior al entrar en el servicio 
impresiona al más templado.había un olor tan malo 
La cama en la que dormía que no parabas adentro 
por somier tiene instalado aunque estuvieras atado.
un tablón que era más duro El agua estaba turbia 
que el granito de Collado;y caliente como el caldo 
encima de ese tablón no apetecía lavarse 
se encontraba colocado aunque estuvieras sudando.
un trozo de goma-espuma Cuando baje al desayuno 
que hacía de colchón malo.me preguntó ilusionado 
Así eran los cuatro catres el director del hotel
que allí había instalados; si la suite me había gustado, 
moqueta había en el suelopues en la habitación, dijo, 
y el techo estaba pintado;que nos había alquilado 
el polvo de la moqueta solían dormir los Jeques 
estaba todo incrustado, cuando venían cansados.
las cucarachas tenían Tan serio lo comentó
su nido hecho debajo.que me quede asombrado 
El baño se componía y comprendí al momento 
de una ducha y un lavabo donde estaba hospedado.
                                 IV
                       EL TRABAJO
Para ir a trabajar el trabajo lo hacían 
no tenían autocares con lentitud y sin arte.
y enviaron a buscarnos Lo que nosotros sufrirnos 
una furgoneta grande; para hacer aquel montaje 
la conducía un moro no pueden imaginarlo
que llevaba un turbante ni hay cristiano que lo aguante.
no entendía el inglés El calor que allí hacía 
solo platicaba en árabe.era horrible y sofocante, 
Se ubicaba la fábrica el hierro se calentaba, 
al lado del río Éufrates no había quien lo tocase; 
distanciada tres mil metros cuando soplaba algo el viento 
desde nuestro hospedaje.y venía de levante 
A lo largo del camino la calima del desierto 
que tenía muchos baches, llenaba toda la nave; 
las chabolas se agolpaban no se veía a dos pasos 
llenas de mugre y chavales.por la niebla circundante,
La factoría tenía niebla de polvo y arena 
instaladas varias naves del desierto colindante.
y en la mismas trabajaban Trabajando en ese ambiente 
muy despacito los árabes; sudábamos a raudales
el sistema de trabajo y bebíamos el agua 
era todo un desastre por litros a cada instante.
no había organización Por vez primera en mi vida
ni nadie que lo ordenase.sentí de forma acuciante 
Para nosotros pedimos una necesidad fuerte 
seis moros que trabajasen, de tomar sal abundante, 
eligieron los mejores cualquier pretexto era bueno 
y dijimos que empezasen.para echarle sal bastante 
Enseguida comprendimos al pollo, a la tortilla, 
que no iban a esforzarse,la cerveza o el tomate.
                                 V
            EL SERVICIO DEL HOTEL
Después de un par de semanas esperamos que mañana 
de vivir con ese estilo sea más amplio el surtido".
el cuerpo ya se acostumbra Esta misma cantinela 
a vivir tal desatino.repetida con ahínco 
Al terminar el trabajo escuchamos sin desmayo 
con un calor excesivo, los días que allí estuvimos.
nos íbamos al hotel Nunca pudimos saber 
para bebernos dos litros donde habían aprendido 
de cerveza, si la había, a servir los camareros, 
y si no agua del grifo ni a qué curso habían ido.
que el cuerpo que esta sediento No tienen de camareros 
no discrimina el tipo.ni el nombre ni el apellido; 
El servicio del hotel ni idea profesional, 
era malo y variopinto, ni nunca habían servido.
siempre había una sorpresa Jamás limpiaban las mesas
que nos sacaba de quicio.para servir lo pedido
Un día faltaba el agua, y tenían una capa 
al otro la luz no vino, de polvo bien adherido.
otro el hielo se acababa Los vasos los enjuagaban
y la cerveza lo mismo.en un barreño metidos
De la comida no hablemos:y el agua estaba tan sucia 
"Hoy no hay bistec ni pepinos, que hasta daba asco pedirlos.
ni tomate, ni tortilla, Lo único que sabían 
ni hamburguesas, lo sentimos, y que habían aprendido, 
solo se puede comer era a cobrar más del doble 
arroz y pollo cocido,de lo que habían servido.
                                 VI
                        LA COCINA
Me queda por describir con un color muy oscuro 
como era la cocina del polvo que contenían.
para completar la imagen Los filetes que nos daban 
de este hotel de fantasía.no sé de dónde venían, 
Si cocina la he llamado, eran duros como suelas 
no es palabra que defina y al masticar no rompían; 
lo que había instalado para hacerlos más suaves, 
en el local de comida.aunque no lo conseguían, 
En el medio de la sala los filetes maceraban 
un gran mostrador había para cortarles las fibras.
donde era preparada Un gran tocho de madera 
la vianda para el día.en la cocina tenían, 
En la zona de trabajo a su lado estaba un moro 
nunca supe que tenían y un martillo esgrimía; 
si era madera o barro al otro lado del moro 
mármol o piedra pulida.un montón de carne había 
Encima de esta materia y le daba martillazos 
tres capas sucias había cuando al tocho la subía; 
capas que se habían hechode allí sacaba la carne 
en cinco años de vida.ensangrentada y muy fina 
La razón de estas tres capaspareciendo que el filete 
como luego yo sabría, era de carne de cría.
era por haber pasado El olor de aquella sala 
tres jefes por la cocina; definirlo no sabría 
en el tiempo que estuvieron, era fuerte espeso y duro, 
como limpiar no sabían, tal vez olor no sería, 
la suciedad se mezclaba si aquello fuese olor 
y estratos componía.mi gran nariz lo olería 
Las sartenes y los potes y la pobre se obturaba 
diferencia no tenían del golpe que recibía.
eran negras como un túnel Como ejemplo de limpieza, 
y para todo servían.el suelo de la cocina 
Nevera para la carne, tenía una enorme capa 
allí ninguna teníande barro que lo cubría.
y el calor era tan grande Y por si algo faltara 
que hasta el queso derretía.en esta sucia pocilga, 
Para poner algo fresco un sapo se paseaba 
barras de hielo traían, como rey de la cocina.
                                 VII
                       EL DESCANSO
Al regresar al hotel Esto solíamos hacer 
al final de la jornada cuando el agua nos llegaba, 
íbamos a nuestra suite pero ocurría a menudo 
a refrescar la sudada.que el líquido nos faltaba 
Nos duchábamos por turno y era una gran odisea 
y una vez que te duchabas, lavarse solo la cara, 
al quedar tan relajado, ducharse casi imposible 
en la cama te tumbabaspor mucho que lo intentaras.
y bebiendo una cerveza, Poníamos bajo el grifo 
pasar el tiempo dejabas para que se nos llenara 
pensando cuando podrías el barreño colocado 
regresar de nuevo a casa.y en una hora ya estaba.
La temperatura dentro Por turno muy riguroso 
era ideal y muy sana uno a la hora pasaba, 
comparada con la calle lavándose con cuidado 
que hasta cincuenta llegaba.para que el agua llegara.
Repartimos los trabajos Después de estar trabajando 
para hacer cada mañana y sudando una jornada, 
y así poder encontrar encontrarte con aquello 
la suite limpia y ordenada.atontado te dejaba. 
Después de mucho trabajoUn viernes que descansamos 
conseguimos que quedaraa Habbaniya nos llevaban,
la habitación confortablefue el único día bueno 
limpia y muy bien presentada, en toda nuestra la campaña.
en ella nos refugiamos En medio de aquel desierto 
terminada la jornada, un gran lago allí estaba,
y pasábamos las horas rodeado de un oasis
cantando con la guitarra, y Habbaniya le llamaban; 
viendo la televisión allí había montado
o jugando con las cartas,un hotel y muchas casas
entreteniendo algo el ocio cercado con una verja
con la lectura o la charla.y controlaban la entrada.
También solíamos hacer Al lado de las palmeras
varias veces por semana existía una gran playa
el lavado de la ropa con arena del desierto 
personal y de la cama.que el mismo lago lavaba.
Teníamos un barreño Saliendo de las palmeras,
que con agua se llenaba, nos metimos a nadar
le metíamos la ropa en agua que estaba turbia
con jabón para ablandarla, y bajo un sol que abrasaba,
luego abríamos la ducha, nadábamos como locos
debajo se colocabade la emoción que nos daba;
y saltábamos pisando cuando por fin nos paramos
la ropa para lavarla, después de mucho nadar,
la aclarábamos un poco al sentarnos en la orilla
aunque el agua turbia estaba, sentimos unas picadas,
la tendíamos a secar comprobamos con cautela
y en diez minutos secaba.que era lo que nos pinchaba
La plancha nunca la usamos y vimos muy sorprendidos
ni tampoco hacía falta que los peces nos picaban.
las arrugas de la ropa 
ni siquiera se notaban.
                              VIII
                    LOS VISADOS
La próxima vez que tengaesperando que sacaran 
algún viaje programadosus pasaportes visados.
y me entere yo con tiempoLa cola estaba en la calle
que hace falta un visado,y al no estar nunca nublado
me retirare del viajeel sol te daba de lleno
aunque pierda lo pagado.y te dejaba aplanado. 
De muestra sobra un botón Se desató una guerra
y yo lo tengo sobrado.de empujones y codazos, 
Para aclarar posicionesllegar hasta la ventana 
el día que allí llegamos,costaba horas lograrlo.
sin perder ni un minuto,Los cuatro hicimos equipo
al director visitamos.y luchamos sin desmayo
Con mucha amabilidadpara llegar al barrote
y sonriendo con descaroy agarrarnos con la mano.
esto fue lo que nos dijoDespués de mucho luchar
cuando fuimos presentados:los papeles entregamos,
"No tengan preocupación y en quince días, dijeron 
por billetes ni visados,que estarían los visados.
déjennos los pasaportesAl mirar por la ventana
y nosotros lo arreglamos".nos quedamos asombrados,
"No los tenemos aquí"los pasaportes por miles
rápido le contestamos,estaban amontonados,
pues teníamos la moscase veía tal desorden
tras de la oreja zumbando­de papeles y legajos 
“mañana los entregamosque pensamos que en un año
todos juntos y grapados, no nos daban los visados.
los billetes, pasaportes,Perdimos hasta la cuenta
todo lo necesitado”.de las veces que esperamos
En la fábrica habíaen la dichosa oficina 
más técnicos trabajando,para conseguir sacarlos.
para enterarnos un pocoSi fue muy difícil sacar
a ellos les preguntamosde residencia el visado
si tendríamos problemasconseguir el de salida
con billetes y visadoscostó mucho mas lograrlo.
y como se conseguíaTeníamos para un día
tenerlo todo arreglado.el billete ya cerrado
"Problemas los hay a cientos,y había que conseguir
dijeron muy preocupados,el pasaporte sellado.
solucionarlos vosotros Los pasaportes estaban
de la fábrica olvidaros, en la oficina entregados
no entreguéis los pasaportesy no había forma humana
porque os quedareis colgadosde conseguir los visados.
y tardareis en salirAl director recurrimos,
mucho más de lo acordado".al secretario llamamos
"Debéis cerrar los billetesy ninguno fue capaz
con dos meses de adelantode obtener buen resultado.
y también se necesitaEra una guerra de nervios,
cada quincena un visado,el tiempo estaba agotado
además del de salida solo nos quedaba un día
que es muy difícil sacarlo; para obtener el visado,
para este se necesitasi en ese día crucial
un documento firmadono lo habíamos logrado
por el director, diciendo,el billete caducaba,
que el montaje se ha acabado".todo se había acabado.
“Si conseguís todo estoDespués de haber recorrido
ya podéis emborracharos”.la fábrica palmo a palmo
Con estas indicaciones encontramos a un buen moro
que nos dan los veteranos,amigo del empleado.
empezamos a movernosLlegamos a la oficina,
para sacar los visados.se metió en el despacho
Nos costó sudor y sangredel amigo que tenía
para conseguir sacarlos,que ponernos el visado.
nunca pudimos pensarMás de una hora estuvieron
que fueran tan deseados.los pasaportes buscando,
Después de haber conseguido entre todo aquel desorden 
Todo lo necesitado, al final los encontraron.
nos fuimos a la oficina Cuando al fin los pasaportes
a sacar nuestros visados.estaban en nuestras manos
Era una casa pequeña nos entró tal alegría
con un patio grande al lado que hasta al moro abrazamos.
y las ventanas tenían Sin pararnos ni a comer
barrotes bien amarrados.un gran coche alquilamos,
Allí estaban a cientos nos marchamos a Bagdad
los moros muy apretados, y el vuelo reconfirmamos.
                             IX
         LA ESTANCIA EN BAGDAD
Arribamos a BagdadNos recibió un vicecónsul
aunque nadie lo creíaque era el único que había
la impresión que nos causóvestido con un pijama
nos dejo la sangre fría.y con la cara lamida.
No era la ciudad soñada.Le explicamos el problema
Todo lo que se veíapidiéndole si podía 
diferenciaba muy muchola Embajada encontrarnos 
de la idea que yo tenía.un hotel para ese día.
Era una ciudad muy vieja“Lo siento mucho, nos dijo 
con las casas derruidas,yo encontrarlo no podría
las calles llenas de polvo,pues no existe en Bagdad
las aceras no existían,ninguna plaza vacía,
había un olor muy fuerteyo tengo el mismo problema
debido al calor que hacía,por eso ustedes me pillan
el agua no era abundanteen pijama en la Embajada
y limpieza no existía.y durmiendo en una silla,
Por fin fuimos al hotel,si saben dónde está el Tigris.
Meliá Al Mansur le decían,pueden dormir en la orilla
era un hotel de primerapues hay hierba y está fresco,
y españoles lo regían.tendrán mucha compañía”.
Había estado soñandoAsustados nos dejó
durante cuarenta díasel amigo de la pipa
hospedarme en este hotella explicación que nos dio
y bañarme en agua limpia.acabo con nuestras cuitas.
Más todo el gozo en un pozoNo nos dimos por vencidos
habitaciones no había,poca era nuestra valía 
las reservó el gobierno si no podíamos dormir
y las tenían vacías.en una cama mullida.
El gobierno mando echarDespués de cenar un poco,
a los clientes que habíacon redoblada energía
y cerro todo el hotelnos lanzamos a buscar
entero por siete días.una habitación vacía.
La búsqueda de otro hotelY por fin una encontramos
cuatro horas duraría,para dormir aquel día,
del más caro al más baratoa la mañana siguiente
habitación no tenían.otro problema sería.
Todo Bagdad recorrimosEl primer día de estancia
y los hoteles que había,lo empleamos de turistas
en ninguno conseguimosy no osamos repetirlo
habitación para un día.dado el calor que hacía.
Como ya estábamos hartosDecidimos para el resto
y muy pronto anochecía,pasarlo con alegría,
nos fuimos a la Embajadacon aire acondicionado
en busca de una salida.y abundancia de bebida.
                               X
                      LA PARTIDA
Por fin llego la gran noche,esperando ansiosamente
la noche de la partida,a que inicie la partida.
cuarenta días soñandoYa estaba todo completo,
con que llegara el gran día.ni una mosca ya cabía
El avión tenía previstacuando de pronto aparecen
para las dos la salidatres moros y un policía.
y a las nueve de la nocheHablaron con la azafata
estábamos en taquilla.porque asientos no tenían,
Aguantamos en la colay de pronto sin pensarlo
los codazos y las riñas,viene hacia mí el policía.
allí había más morosMe pidió el pasaporte
que en toda la morería.y el billete que tenía,
Por fin se paso el controldespués de haberlo mirado
en la aduana que habíame lo devuelve y se pira.
y nos fuimos a la salaEl momento fue muy tenso
a esperar nuestra partida.no sabía lo que haría,
Estando allí descansandosi me manda descender
esperando la salida,sabe Dios qué pasaría.
recordamos lo que dijoDespués de haber revisado
el cónsul con ironía.lo que en primera había
“Aunque estén en el aviónse fueron para segunda,
no celebren su partida,allí asiento tenían.
suelen hacer a menudoCuando por fin despegó 
y de una forma inauditael avión de aquella pista
bajar a los pasajerosnos pusimos tan contentos
si el asiento necesitan, que saltamos de alegría.
para sentar personajesDijimos a la azafata
que se encuentran de visita”.que nos sirviera deprisa
Si después de lo pasadowhisky para celebrar
 nos prohíben la salida,el instante de salida.
 y nos quedemos en tierra Aquí terminó el viaje
se nos cae el mundo encima.que duró cuarenta días,
Por fin vamos al avióncomo Noé en el diluvio
y ocupamos nuestra silla,pensé que no acabaría.
                                 Diciembre de 1981
                           Manuel Díez Fernández




PLAZA DELANTE DEL HOTEL EN RAMADI
PASEANDO POR BAGDAD

DÍA DE BAÑO EN HABBANYA

EN LA CASA DEL CONDUCTOR DEL COCHE
CON LOS HIJOS DEL CONDUCTOR

LA FÁBRICA DE VIDRIO DE RAMADI
SITUADA AL LADO DEL RÍO ÉUFRATES

VISTA DE LA FÁBRICA

SOLDADO ESTADOUNIDENSE 
ENSEÑANDO UNA BOTELLA DE 
PEPSI-COLA DE LA LÍNEA DE 
PRODUCCIÓN QUE NOSOTROS MONTAMOS

LAGO HABBANIYA DONDE FUIMOS 
A BAÑARNOS

PUERTA DE ENTRADA AL COMPLEJO 
TURÍSTICO DE HABBANIYA

HOTEL MELIÁ AL MANSUR DE BAGDAD, 
EN EL QUE QUISIMOS 
HOSPEDARNOS Y NO PUDIMOS