DEL 26 DE OCTUBRE AL 4 DE NOVIEMBRE. VALLES DE ANSÓ Y ECHO
Participantes: Pili, Paco Ponferrada, Lucía, Enrique, Luci, Manu, Fini, Antonio Muñoz, Lily, Jesús y Manolo.
Dia 26: viaje en AVE desde Málaga hasta Zaragoza. Alquiler de una furgoneta y un coche, comimos en Zaragoza y viaje hasta Ansó. Nos hospedamos en el hotel Kimboa.
Día 27: Río
Veral: 10,8
km, 900 m de desnivel.
Dejamos un coche en la borda de Ostias
y otro al final de la ruta.
Iniciamos la ruta en la borda de
Ostias por una senda entre bosques adornados por los colores del otoño.
Llegamos a una pista que baja por el barranco Marcón y por ella descendimos
hasta la carretera, caminamos por ella unos 600 m y antes de entrar en el puente
Zabalcoch volvimos a tomar la senda para pasar por la orilla del río. Pasamos
una zona de hayas con los colores otoñales. Mas adelante la senda asciende en
una fuerte pendiente en medio del bosque, hasta salir a un descampado, que nos
permite admirar el paisaje variado de praderas, bosques y rocas con la
imponente mole rocosa del pico Ezcaurre. Este pico lo ascendí en el año 2009
cuando realicé la ruta Transpirenaica.
Mas adelante, entre hayas, arces y
abetos, aparecieron a nuestra derecha los blancos tajos del Espelunga. La senda
continua a los pies de los tajos entre hayas gigantes, un paisaje impresionante,
en continuas bajadas y subidas para cruzar los barrancos pero sin descender
hacia el río.
Como teníamos que ir a comer a Ansó,
decidimos bajar campo a través hacia el río Veral, para cruzarlo y luego seguir
por la carretera hasta la furgoneta.
Día 28: Valle
de Aguas Tuertas e ibón de Estanés: 19 km, 750 m.
Nos dirigimos con los coches hasta el
valle de Guarrinza, subimos por la pista hasta la prohibición de circular con
coches. Aparcamos y comenzamos la ruta a pie por la pista hasta el final del
valle. Este es un valle glaciar, amplio, con pocos árboles y abundantes pastos.
Subimos por la morrena del fondo del
valle hasta el valle de Aguas Tuertas. Ascendimos al cerrillo que está detrás del
refugio para ver el Dolmen y admirar las vistas del valle de Guarrinza que
hemos caminado y la continuación por el valle de Aguas Tuertas surcado por los innumerables
meandros del río Aragón Subordán entre praderas que pastan las vacas.
La senda sigue valle arriba por la
vertiente izquierda, nos vamos acercando a la mole blanca de la sierra de
Secús. Al final del valle comenzamos la subida, entre rocas, al puerto de
Escalé. Una vez arriba seguimos bordeando pequeños montículos hasta dar vista
al Ibón de Estanés, el más grande del Pirineo.
Esta ruta también la hice en 2009
cuando recorrí el GR 11.
La vista del Ibón es impresionante,
destaca el color azul del agua entre praderas y rodeado de moles montañosas.
Para disfrutar de las vistas decidimos comer arriba y no bajar hasta el Ibón.
Durante la comida aparecieron unos
nubarrones por encima del Secús que taparon el sol y empezamos a quedarnos
fríos. Aceleramos la comida y comenzamos el regreso por el mismo camino de
subida, así disfrutamos de las vistas en los dos sentidos.
De regreso al hotel paramos en la
Selva de Oza para admirar el colorido de las hayas y en la garganta de la Boca
del infierno para ver el cañón labrado por las aguas.
Día 29: Bosque de Gamueta: 8 km, 450 m de desnivel.
Hoy las
previsiones eran de lluvia por la tarde, así es que decidimos hacer una ruta
por la mañana e ir a comer al refugio de Linza.
Comenzamos a
caminar por la pradera del Plano de la Casa llena de caballos pastando;
cruzamos la pradera y comenzamos la subida del Paso del Caballo en medio de
grandes hayas. Cruzamos el paso y nos adentramos en el hayedo de Gamueta
pisando el mullido suelo de hojas y disfrutando de los múltiples colores de las
hojas. Entre las masas boscosas hay múltiples praderas donde pasta el ganado.
Llegamos a otra
masa de enormes hayas, aquí se acabo el camino suave y comienza una fuerte y
resbaladiza bajada hacia el barranco de Gamueta, cruzamos el barranco por un
puente de madera y seguimos caminando por una pista que transcurre entre
grandes hayas y abetos.
La pista termina
en la carretera que conduce al refugio. Cuando íbamos por la carretera comenzó
a llover con fuerza y tuvimos que apretar el paso para llegar al refugio.
Comimos en el
refugio lentejas y costillas de cerdo asadas, nos supieron a gloria.
Día 30: San
Juan de la Peña y Santa María de la Serós.
Las previsiones para hoy eran de
lluvia, decidimos ir a visitar el románico alrededor de Santa Cruz de la Serós.
A la entrada de Santa Cruz paramos a
ver la pequeña iglesia de San Caprasio.
Seguimos luego hasta el Monasterio
Nuevo para aparcar el coche en la campa de San Ignacio. Visitamos la nueva
construcción donde esta la oficina de información.
Nos bajaron en autobús hasta el
monasterio viejo de San Juan de la Peña para hacer una visita guiada. Nos
enseño el monasterio visigótico, los panteones de los reyes y los nobles, la
iglesia románica y el claustro. Es impresionante todo lo que se ha construido
debajo de la peña.
Tras la visita fuimos a comer a
Berdún al restaurante la Trobada. De regreso a Santa Cruz, entramos en Binacua
que tiene una pequeñita iglesia románica dedicada a Los Ángeles Custodios.
En Santa Cruz visitamos la iglesia de
Santa María de la Serós. Es una enorme mole que destaca en el medio del pueblo,
con una gran torre y la cámara “secreta” construida sobre el crucero.
Terminada la visita, como teníamos
tiempo, fuimos a visitar el cañón de la Boca del infierno situado por encima de
Echo. Disfrutamos viendo el espectáculo del agua bajando por el estrecho cañón,
sacamos multitud de fotos y para el hotel.
Día 31: Foces
de Fago y Binies y visita a Canfránc: 9 km, 350 m de desnivel.
Otro día con previsión de lluvia por
la tarde. Fuimos a recorrer primero la Foz de Fago, aparcamos al lado del
puente Camín y cruzamos la carretera para adentrarnos por la senda que
transcurre entre robles, carrascas y alguna hayas.
La senda va subiendo por la vertiente
izquierda y desde arriba se contempla el cañón y la vertiente derecha con las
hojas cobrizas de los robles, las verdes oscuras de las carrascas y las
amarillas de los arces distribuidos entre ellas.
Llegamos a la Plana de Monteoscuro y
continuamos en dirección a la cueva del Cuco. No llegamos a ella y regresamos
por el mismo camino hacia los coches, sacando fotos a las preciosas vistas de
los valles con nieblas bajas.
Como seguía sin llover, de aquí nos
fuimos a la Foz de Biniés. Antes de llegar a los túneles aparcamos los coches y
nos adentramos en el cañón caminando por la carretera porque no tiene sendas
para caminar.
El río Veral a veces está encajonado
entre grandes tajos y en los espacios más abiertos destaca el colorido de las
hojas de los chopos, fresnos, hayas y serbales.
Sacamos infinidad de fotos para
recordar estos preciosos paisajes y nos fuimos a comer a Berdún. Entre Biniés y
Berdún paramos a sacar fotos a los buitres que estaban tomando el sol en el
rastrojo de la planicie.
Después de comer fuimos a pasar la
tarde a la estación de Canfranc para ver su enorme edificio, que está en
remodelación para poner un gran hotel de lujo.
Día 1: Calzada
Romana: 11
km, 590 m de desnivel.
Aparcamos los coches nada más pasar
el barranco de Lenito y comenzamos a caminar por la calzada romana en una
pequeña ascensión, llegamos a un barranco, con bastante agua por las lluvias de
los días anteriores y lo cruzamos sin dificultad.
La calzada, empedrada a tramos, sigue
subiendo hasta la Planeta de los Bozo, el punto más alto, oyéndose el rugir del
agua abajo en el cañón de la Boca del Infierno.
Mas adelante encontramos un castillo
en ruinas y comenzamos una fuerte bajada entre hayas hasta la carretera.
Cruzamos la carretera y por el puente
de Lo Secadero cruzamos el río hasta la plana donde están las ruinas del
campamento de San Juan de Dios. Salimos de la pradera por una empinada senda al
este que se interna en el bosque.
Llegamos al barranco del Xardin y bajaba con
una tremenda cantidad de agua. Ante la imposibilidad de cruzarlo, decidimos dar
la vuelta y volver a lo orilla del río.
En la pradera de San Juan de Dios
tomamos la senda de Los Ganchos hacia el sur. Nada mas salir de la pradera
cruzamos otro barranco con agua y continuamos por una senda empinada y
resbaladiza, la dificultad de la caminada se compensaba con las espectaculares
vistas del hayedo y los tajos que flanquean el valle.
Nos acercábamos al barranco Agüerri y
oíamos el rugir de sus aguas, nos temimos que no podríamos cruzarlo, pero apareció
un gran puente de hierro que nos permitió cruzar sin problema.
A la orilla del río nos sentamos a
comer para disfrutar del ruido de las aguas. Despúes de comer regresamos a los
coches y nos dirigimos a Siresa para ver su monasterio. Es un edificio impresionante
y austero, sin adornos.
Día 2: Bosque de Labati: 11 km, 700 m de desnivel.
Como había
previsión de lluvia para la tarde, programamos una caminata por la mañana para
llegar a comer al refugio de Lizara.
Aparcamos a la salida de Aragües del
Puerto, acerca del polideportivo. Cruzamos el río Osia, sin dificultad, para
pasar a la vertiente izquierda. La senda desde el río sube entre matorrales,
con una suave pendiente, hasta una zona de pinos, más adelante nos metemos
entre hayas y la senda llega a una antigua acequia que va paralela al río y bordeando
el cerro Cotato hasta un mirador sobre la cascada de Labati.
Salimos a la carretera de Lizara y
por el puente cruzamos el río a la vertiente derecha, para seguir por el camino
que va desde el puente a la zona de los Corralones. El camino tiene alguna
suave subida y disfrutamos viendo el bosque otoñal de vertiente izquierda.
En los Corralones tomamos una senda
con fuerte subida por la orilla izquierda del barranco de la Cueva del Oso.
Disfrutamos del ruido de las abundantes aguas que bajaban por el arroyo, hasta
que nos toco cruzarlo y tuvimos que desistir porque era muy arriesgado por el
gran caudal de agua y la humedad de las piedras.
Decidimos dar la vuelta y regresar
para subir a Lizara por la carretera. Había negros nubarrones sobre los montes
que nos rodeaban y llegamos al refugio antes de que empezara a llover.
Comida estándar de refugio, lentejas
y pollo, que nos supo a gloria mientras oíamos golpear el agua de lluvia en los
cristales al calorcito de la estufa.
Día 2: Jaca.
Otro día con predicción de lluvia.
Decidimos ir de turismo a Jaca, visitamos la catedral y el museo diocesano,
donde destacan las pinturas románicas sacadas de las iglesias en ruinas y
llevadas a este museo, para montarlas en espacios con las dimensiones
originales de las iglesias de las que proceden.
Después de la visita la catedral
dimos un paseo por Jaca, tomamos unas cervezas y a comer en las 3 Ranas, la
comida excelente y una vez terminada nos fuimos a los coches para dirigirnos a
Ansó y visitar el museo del Traje Típico. Este museo es pequeño, pero los
trajes son muy bonitos. La guía del museo nos describió los trajes y la vida y
costumbres de los pobladores del valle, una visita interesante.
Día 4: Regreso
a Málaga
Después de desayunar emprendimos el
regreso a Zaragoza. Aparcamos los coches en la estación y nos fuimos a visitar
la Aljafería.
Llegamos cuando empezaba una visita
guiada y nos unimos a ella para visitar el palacio construido por los árabes y
que fue embellecido por los reyes Isabel y Fernando. Una visita muy
recomendable.
Tras la visita a comer y al tren para
regresar a Málaga.
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